Montessori descubrió que los niños desde su nacimiento y hasta lo seis años tienen una predisposición natural que los impulsa a realizar actividades que los conducen al refinamiento de sus movimientos, a establecer una comunicación entre mente y cuerpo y a entender como funcionan sus cuerpos. Durante este  periodo el niño muestra gran interés por imitar los movimiento que hacen los adultos, quieren copiar todo. Cuando ven a un adulto cargando una bolsa, cortando verduras o mezclando ingredientes,  quiere hacerlo también. Disfrutan muchísimo realizando este tipo de actividades y es así como aprenden.
El periodo sensitivo para el refinamiento del movimiento se divide  en 2: desarrollo de la motricidad gruesa y el desarrollo de la motricidad fina. En otras palabras el uso de las piernas- cuerpo y el uso de las manos.
El desarrollo de la motricidad es una actividad dinámica que se  adquiere por medio de la actividad física y comprende el periodo que va desde los 2 años hasta los 5 años.  Durante este tiempo debemos proporcionarle oportunidades para gatear, rodar, correr, saltar y hacer equilibrio; para que sean activos e interactivos pues a través de la manipulación y de la actividad, refinan la coordinación, el control y el movimiento.

Uno de los juegos Montessori  típicos de vida práctica en Casa de Niños (3 a 6 años). Se trata del juego de "Caminar por la línea". Es un ejercicio que la Doctora Montessori pensó para que los niños en la etapa de 3 a 6 añitos perfeccionasen y consolidasen sus movimientos.

Durante la etapa de 0 a 3 años los niños aprenden a moverse; aprenden a sujetar objetos, a sentarse, aprenden a reptar, a gatear y después a caminar.  Es una etapa sensible al movimiento. Sus movimientos van refinándose a medida que el niño practica y repite. En la siguiente etapa de 3 a 6 es una etapa de perfeccionamiento. Los niños se interesan en hacer movimientos más precisos.

El desarrollo del movimiento y de la inteligencia van de la mano. Hay que pensar que todo movimiento tiene un fin (ponerse un pantalón, alcanzar un objeto, trasvasar...). La inteligencia está al servicio del movimiento y el movimiento al servicio de la inteligencia.

María Montessori creó un juego llamado "caminar por la línea" para que los niños consiguiesen fortalecer el control mental que dispone los movimientos. Con este ejercicio el niño consigue mejorar su equilibrio, perfeccionar su postura y su coordinación motora gruesa. Algo muy valioso. Eso es lo que hemos hecho en clase y ha resultado ser muy divertido. Hemos pasado andando por la línea con los pies separados, los pies juntos y después saltando también con los pies separados y los pies juntos. Os dejamos con algunas imágenes (algunas borrosas como prueba del movimiento). 










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